Las exigencias productivas de fruta están en continuo cambio: mientras el fruticultor trabaja para una actividad profesional gratificante y rentable, el producto que cultiva se tiene que ir ajustando a una demanda que solicita: fruta homogénea, sin defectos, libre o baja en residuos, baja en huella hídrica y de carbono, respetuosa con la biodiversidad y con la mano de obra contratada.
El equipo de agrotécnicos (atec:) trabajamos para ayudar a los socios productores a conseguir que sus explotaciones sean rentables. Por eso, les asesoramos en los tratamientos fitosanitarios de defensa vegetal con el objetivo de conseguir un buen equilibrio en la ecuación tan complicada para el fruticultor, donde los parámetros de productividad, rentabilidad económica, sostenibilidad, homogeneidad, bajos residuos, bajos defectos, etc. que lejos de ir alineados a menudo entran en contradicción.
Hace un tiempo que en los boletines nos organizamos para que todos los socios dispongan de un patrón conjunto que no aproxime a las solicitudes de los clientes.
Sin embargo, muchas herramientas que razonablemente entendíamos como válidas se prohíbe su uso sin haber hecho un estudio completo de los perjuicios globales de eliminar estos productos, porque la función que aportaban a la producción agrícola hay que sustituirla por otras alternativas que no son igual de sostenibles ni saludables y que incrementan costes productivos y, por tanto, ponen en peligro la actividad profesional de los productores.
Últimamente, nos suprimieron abamectina, un producto que rápidamente desaparece. Pronto no se podrá usar spinetoran otro producto que también tiene una rápida degradación, y que será necesario sustituir en parte por productos mucho más residuales.
Dentro de este contexto atec: busca y ensaya nuevas soluciones, así hemos probado con resultados esperanzadores una nueva estrategia para favorecer que los frutos incrementen reacciones de degradación de los productos fitosanitarios (en nuestro caso potenciando las reacciones bioquímicas del Ciclo de Krebs). En estos ensayos hemos conseguido rebajar entre un 25% y 45% los niveles de todos los fitosanitarios presentes pese a todo, esta herramienta sólo es factible mientras el fruto no ha empezado a madurar, y aunque rebaja la cantidad de fitosanitarios no los hace desaparecer completamente.
Dentro de la sombra se ve una cierta claridad, es necesario aún más trabajo para sacar mejor partido de las oportunidades.